viernes, 20 de febrero de 2009

Los rezos y servicios religiosos del judaismo.


Por tradición, los judíos rezan tres veces al día: por la mañana (shaharit), por la tarde (minjá) y al anochecer (maariv). Se cree que estos tres momentos de oración corresponden a los tiempos en que los sacrificios se ofrecían en el templo de Jerusalén. Tanto así, como de otras maneras, el judaísmo rabínico aún conserva la estructura del ya abandonado culto en el templo. Las congregaciones mínimas (minyán) para rezar están formadas por grupos de diez hombres.

El único elemento que se requiere para todos los servicios religiosos judíos es el de una serie de bendiciones llamadas Tefillá (rezo); también recibe el nombre de Amidá, o rezo de pie, porque se recita en esa posición, y el Shemoné Esré, que recibe este nombre porque originalmente estaba compuesto por dieciocho bendiciones. Hoy en día, los rezos que se realizan durante los días de semana se componen de diecinueve bendiciones, dentro de las que se incluyen trece peticiones por el bienestar y por la restauración mesiánica. Durante cada shabat y en las distintas festividades, estas peticiones se reemplazan por rezos especiales que corresponden a esas fiestas. La segunda oración en importancia es el Shemá que se reza por la mañana y al atardecer. Todos los servicios religiosos concluyen con dos rezos mesiánicos: el primero se llama Alenu; el segundo es una doxología aramea llamada Kadish. Como señal de devoción a Dios, durante los rezos matinales de los días ordinarios de la semana, los judíos adultos observantes llevan un chal de oración con flecos llamado talit (los flecos se llaman tsitsit) y unas filacterias (cajas de oración llamadas tefilín). Ambas costumbres provienen de ciertos pasajes de las escrituras que se recitan y que corresponden a la Shemá. Como tercera costumbre, ponen una mezuzá (caja de rezo) en la entrada de la casa, como una manera de recordar que Dios está en todas partes. Como señal de respeto hacia Dios, se cubren la cabeza para rezar, ya sea con un sombrero o con un casquete (kipá; en yidis, yarmulke). Los judíos más piadosos siempre llevan la cabeza cubierta, aceptando así la constante presencia de Dios.

martes, 17 de febrero de 2009

La tradicion de los rabinos

A pesar de que las distintas formas del judaísmo están enraizadas en la Biblia hebrea (a la que los judíos llaman Tanak, acrónimo de sus tres partes: Torá, el Pentateuco; Neviím, los Profetas; Ketuvim, los Hagiógrafos), sería un error considerar el judaísmo simplemente como la religión del Antiguo Testamento. En el fondo, el judaísmo contemporáneo deriva del movimiento de los rabinos de los primeros siglos de la era cristiana en Palestina y Babilonia, y por eso se le llama judaísmo rabínico. En arameo y en hebreo, Rabí significa ‘mi maestro’. Los rabinos, sabios judíos que se dedicaban al estudio de las Escrituras y de sus propias tradiciones, sostenían que Dios, en el monte Sinaí, había revelado a Moisés una doble Torá. Además de la Torá escrita (las Escrituras), Dios le habría revelado una Torá oral, fielmente transmitida por medio de palabras, de maestro a discípulo, por una cadena irrompible y que aún hoy existe entre los rabinos. Para ellos, la Torá oral se resumía en la Mishná (aquello que se aprende o memoriza), el documento más antiguo de la literatura rabínica; fue editada en Palestina a finales del siglo III. A raíz de esto, el estudio rabínico de la Mishná en Palestina y en Babilonia generó dos versiones del Tamud (‘lo que se estudia’; en arameo se utilizó el término Guemará, que significa lo mismo), que estudiaban en profundidad los contenidos de la Mishná. El Talmud babilónico, editado aproximadamente en el siglo VI, se transformó en el documento fundacional del judaísmo rabínico.

Los primeros escritos rabínicos incluían comentarios exegéticos y homilías acerca de pasajes de las Escrituras (Midrashim; véase Midras), así como varias traducciones al arameo del Pentateuco, y de otros libros del Antiguo Testamento (los targumim; véase Targum). Los escritos rabínicos medievales incluían codificaciones de la ley talmúdica, de los cuales, la que goza de máxima autoridad es el Shulján Aruj (‘La mesa dispuesta’) del siglo XVI, escrita por José ben Efraín Caro. En el judaísmo, el estudio de la Torá hace referencia al estudio de toda su literatura, no simplemente del Pentateuco (Torá, en un sentido estricto).

viernes, 13 de febrero de 2009

La Alianza: Berit


Este ritual se conoce como bris o berit (en la pronunciación sefaradita). La palabra significa pacto. La palabra para circuncisión es milá, esa manera, berit milá, el nombre completo significa "El Pacto de Circuncisión". La persona calificada para realizar el berit milá se conoce como mohel. Debe ser un judío piadoso, observante, que ha sido cuidadosamente instruido para realizar la circuncisión. Debe conocer perfectamente las leyes de la circuncisión, tal como están detalladas en el Shulján Aruj (Yoré Deá 260-266) y debe estar instruido en las técnicas más avanzadas de higiene quirúrgica. No existe ninguna justificación religiosa para la práctica extendida entre algunos judíos de hacer que un médico o cirujano realice la circuncisión en tanto que un rabino presente pronuncia las bendiciones y oraciones que acompañan al rito. Un médico puede estar capacitado para realizar la cirugía de circuncisión, pero no está necesariamente calificado para realizar el Pacto de la Circuncisión. Es la adhesión a los términos de ese Pacto y no la recitación automática de las oraciones lo que determina la validez religiosa de la circuncisión. Las bendiciones rabínicas no otorgan validez a una circuncisión inadecuada desde el punto de vista religioso. Los judíos mantuvieron su adhesión a la práctica del berit milá a lo largo de los siglos, a veces en circunstancias muy difíciles y a menudo frente a una legislación prohibitiva anti-judía, no porque la consideraran tan importante por razones higiénicas o médicas (aunque actualmente sabemos que también es así), sino porque para nosotros el berit milá señaló eterno pacto entre D's e Israel. Solamente una milá realizada por un mohel capacitado puede continuar reflejando el significado de ese berit o Pacto.El berit debe realizarse el octavo día, aún si éste cae en Shabat o Yom Kipur. De esa manera, si un niño nace un lunes, el berit milá será el lunes siguiente; si nace un sábado, el berit será el próximo sábado. Debido a que el día se cuenta desde el mediodía, al niño que nació un miércoles a la noche después de la caída del sol, se le hará el berit el jueves siguiente.